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Historia de la Sangre de Cordón Umbilical de Asia
Durante el embarazo de Asia, un amigo nuestro nos dijo sobre la posibilidad de almacenar la sangre de cordón umbilical. Nos quedamos fascinados por la idea de guardar las células madre de nuestro bebé y establecemos contacto con Smart Cells International en Italia. Ellos nos informaron de todos los detalles del proceso y decidimos dar una oportunidad extra a nuestra bebé.
Cuando nuestra bebé nació, Smart Cells dio el medio de transporte para llevar la sangre de cordón hasta el laboratorio, ubicado cerca de Londres. Las células fueron inmediatamente criopreservadas y algunos días después, se nos comunicaron datos sobre el almacenamiento de la sangre de cordón con detalles sobre la muestra. Después del nacimiento de nuestra hija, observamos que tenía problemas para mantenerse de pie y fácilmente caía.
Al principio pensamos que era normal, pero en los días y semanas que siguieron, reparamos que no existían mejoras. Incluso después de algunos meses, todavía tenía dificultades. Vimos que después de apenas 10 pasos, ella comenzaba a sentir dificultades. Incluso al sostener objetos con las manos, era complicado para ella y los movimientos no eran fluidos. Como si esto no fuera suficiente, Asia no hablaba y generalmente no estaba tan desarrollada como otros niños de su edad.
Comenzamos a preocuparnos y llevamos a Asia a diferentes médicos, pero todos ellos nos dijeron que además de consultar a fisioterapeutas y terapeutas del habla, no exista mucho que pudiéramos hacer. Nos dijeron que Asia necesitaría inyecciones de toxina botulina para ayudar en el futuro. No quisimos aceptar esto, queríamos hacer más.
Con dos años, llevamos a Asia a un ortopedista que diagnosticó un tipo de parálisis cerebral debido a la ausencia de oxígeno durante el parto. El médico también nos dijo que aunque no había cura para la enfermedad, la fisioterapia podría ayudar a disminuir la inflamación de los músculos. También sugirió que usáramos las células madre que habíamos guardado cuando Asia nació.
En ese sentido, conectamos a Smart Cells en Italia para informarles del problema y nos dijeron que ya habían recibido casos similares, en los que los niños mejoraron después de la administración de sus propias células madre. Tuvimos entonces que hablar con la Universidad de Duke en Carolina del Norte, Estados Unidos para saber si podíamos tener acceso al tratamiento. Tuvimos la ayuda de Smart Cells en Italia para ayudarnos con Duke y para minimizar las barreras linguísticas. Después de algunos meses, Asia recibió el tratamiento en Estados Unidos.
En la universidad de Duke todos fueron muy cuidadosos, profesionales y eficientes. Fue evidente que tenían mucha experiencia. Nos explicaron que existían fuertes posibilidades de Asia para mejorar con el tratamiento de células madre, pero que también debería seguir viendo al fisioterapeuta o practicar algún tipo de deporte. Todo corrió como planeado. El primer día, fuimos al hospital para una evaluación (ya habíamos enviado todo el historial médico de Asia) y en el segundo día se efectuó la infusión de las células madre de la sangre de cordón. Asia no experimentó dolor o molestias durante la inyección que duró aproximadamente 15 minutos. En el tercer día volvimos la universidad para más evaluaciones y fuimos informados de que todo correría como planeado. Nos dijeron también que dentro de unos meses veríamos los primeros signos de mejora, pero al cabo de dos semanas ya conseguimos ver a Asia con mejoras al nivel del habla, carrera e incluso cuando intentaba subir a algún objeto. Era obvio que ella tenía ahora más fuerza en los brazos y las piernas. ¡Fue fantástico ver esto y nosotros estábamos muy contentos!
Las mejoras continuaron y, siete meses después, trajimos a Asia el mismo ortopedista que había diagnosticado la enfermedad. El médico dijo que nunca vio tantas mejoras en un niño con este tipo de enfermedad. Incluso el fisioterapeuta que seguía a Asia dijo que ella no tenía la misma dureza en los brazos y las piernas que tenía antes. El fisioterapeuta nos dijo que, en vez del tipo de fisioterapia que ella hacía, Asia sólo necesitaba practicar deportes. Estamos muy contentos con esta noticia y fue muy difícil creer.
Durante las primeras dos semanas después de la administración de sangre de cordón umbilical, Asia sintió dolor en las muñecas y en la cadera del lado izquierdo una vez que los músculos se volvían menos rígidos y esto le causó molestias.
En la Universidad de Duke nos dijeron que, según la experiencia que tenían, teniendo en cuenta el número de células disponibles y en el peso de Asia, sería recomendable una segunda administración de células algunos meses después de la primera. En la primera infusión se utilizó el 60% de las células y las restantes se utilizaron en la segunda infusión. Volvimos a la universidad de Duke en febrero de 2018 para una segunda inyección y todo fue efectuado en 3 días.
Asia tiene ahora 4 años y terminó ahora el segundo año del preescolar e incluso sabiendo que es el niño más bajo de su clase, ha logrado mantenerse al mismo nivel de los otros niños. Asia está practicando danza moderna y participó en un espectáculo al final del año. Ella estaba al orgullosa y contenta, y nosotros también!
Ahora esperamos que Asia pueda mejorar aún más y estamos agradecidos a Smart Cells para ayudarnos a dar un futuro mejor a nuestra hija. Estamos especialmente agradecidos a Nadia Giacomini, gestora de Smart Cells en Italia que fue fantástica durante todo este proceso. Nunca lo podríamos haber hecho sin su ayuda.